Cómo identificar el hablante lírico en un poema: guía paso a paso
Aprende a reconocer la voz poética de un texto sin confundirla con el autor. Una guía clara para leer con más profundidad.
Identificar al hablante lírico es una de las claves para leer poesía con más profundidad. No se trata de buscar al autor detrás del poema, sino de escuchar la voz que se construye en el texto: una voz que siente, observa, interpela o calla.
Esta guía te ayudará a reconocer esa voz paso a paso, con ejemplos y preguntas simples para aplicar en cualquier poema, sin necesidad de ser experto.
Paso 1: Escucha la voz
¿El poema dice “yo”, “tú” o “nosotros”? Eso ya es una pista. La persona gramatical que aparece con más fuerza te orienta sobre desde dónde se habla.
Ejemplo:
Yo misma fui mi ruta
(Fragmento)Julia de Burgos
Yo quise ser como los hombres quisieron que yo fuese:
un intento de vida;
un juego al escondite con mi ser.
Pero yo estaba hecha de presentes,
y mis pies planos sobre la tierra promisoria
no resistían caminar hacia atrás,
y seguían adelante, adelante,
burlando las cenizas para alcanzar el beso
de los senderos nuevos.
…
Estos son los tipos de hablantes líricos:
Paso 2: Observa el tono
¿Suena íntimo, acusador, melancólico, entusiasta? El tono emocional es clave. No solo qué se dice, sino cómo se dice. El hablante lírico está cargado de una actitud frente al mundo.
Aquí va un ejemplo de un archiconocido poema en donde el tono predominante es súper melancólico y desolado:
Rima LIII
(Fragmento)Gustavo Adolfo Bécquer
Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.Pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres...
¡esas... no volverán!
…
Paso 3: ¿A quién le habla el poema?
Muchos poemas no solo expresan, también interpelan. Es decir, el hablante lírico puede dirigirse a alguien: una persona amada, un dios, el lector, una figura ausente. Cuando detectas que hay un “tú”, estás ante una voz que dialoga, convoca o desafía.
No siempre ese “tú” es literal. Puede ser simbólico, abstracto o incluso contradictorio. Lo importante es notar si el poema establece una relación con otro, aunque no sepamos quién es con precisión.
Si hay preguntas directas, mandatos, súplicas o invocaciones (“escúchame”, “dime”, “acuérdate de mí”, “me gustas cuando callas”), probablemente hay un destinatario en juego.
Detectar esa comunicaión puede revelar conflictos, deseos o heridas implícitas en el poema.
Mira el siguiente ejemplo:
Antígona González
(Fragmento)Sara Uribe
No, Tadeo, yo no he nacido para compartir el odio. Yo lo que deseo es lo imposible: que pare ya la guerra; que construyamos juntos, cada quien desde su sitio, formas dignas de vivir; y que los corruptos, los que nos venden, los que nos han vendido siempre al mejor postor, pudieran estar en mis zapatos, en los zapatos de todas sus víctimas aunque fuera unos segundos. Tal vez así entenderían. Tal vez así harían lo que estuviera en sus manos para que no hubiera más víctimas. Tal vez así sabrían por qué no descansaré
hasta recuperar tu cuerpo.
Este fragmento en prosa del poema comienza con una interpelación directa a una persona específica (Tadeo), y al final se refuerza cuando usa el pronombre “tú”.
Paso 4: ¿Desde dónde habla el poema?
Una forma de identificar al hablante lírico es preguntarte desde qué lugar emocional o simbólico se construye su voz. No hablamos solo de geografía, sino de perspectiva: ¿habla desde la pérdida? ¿Desde la infancia? ¿Desde el deseo, la rabia o el futuro?
También puedes observar si el poema está en un escenario concreto como una casa, un país, o en medio de una batalla o si no se puede identificar el lugar de enunciación. Esa posición dice mucho de la voz que sostiene el texto.
San Sebastián, Café Viena, Invierno
Karmelo C. IrribarrenLa lluvia que no cesa
y esa luz apagándose
en la fachada del edificio de Correosunen sus fuerzas
y tratan de arrastrarme
hasta más allá del brillo de tus ojos.Imaginan que allí tengo que ser
más vulnerable;desconocen
que ese lugar no existe.
El hablante en este poema habla desde la introspección en un entorno opresivo: está en un espacio físico (el café) que permite la observación y la reflexión, mientras el exterior (la lluvia, la luz apagándose) ejerce una presión, una fuerza que "trata de arrastrarme".
Paso 5: No confundas al hablante lírico con el autor
Uno de los errores más comunes al leer poesía es asumir que quien habla en el poema es el propio autor. Pero en realidad, el hablante lírico es una voz ficticia, construida con fines expresivos. Puede tener elementos del autor, claro, pero también puede ser una invención completa.
Un poeta puede crear una voz infantil, una anciana, un enemigo, un animal o incluso una fuerza natural. Esa voz no es él ni ella, sino un recurso poético.
Aprender a separar la figura del autor de la voz del poema te permite leer con mayor libertad y comprender los matices que aporta la distancia entre uno y otro.
Este ejemplo te ayudará a hacer esta distinción entre autor y hablante:
Los motivos del lobo
(Fragmento)Rubén Darío
…
Francisco, con su dulce voz,
alzando la mano,
al lobo furioso dijo: "¡Paz, hermano
lobo¡". El animal
contempló al varón de tosco sayal;
dejó su aire arisco,
cerró las abiertas fauces agresivas,
y dijo: "¡Está bien, hermano Francisco!".
"¡Cómo! -exclamó el santo- ¿Es ley que tú vivas
de horror y de muerte?".
"La sangre que vierte
tu hocico diabólico, el duelo y espanto
que esparces, el llanto
de los campesinos, el grito, el dolor,
de tanta criatura de Nuestro Señor,
¿no han de contener tu encono infernal?
¿Vienes del infierno?
¿Te han infundido, acaso, su rencor eterno
Luzbel o Bellal?".
Y el gran lobo, humilde: "¡Es duro el invierno,
y es horrible el hambre! En el bosque helado
no hallé qué comer y busqué el ganado,
y a veces comí ganado y pastor.
…
En este fragmento vemos que hablan dos personajes que, evidentemente no son Darío. Primero habla San Francisco de Asís, y después un lobo.
Preguntas frecuentes sobre cómo identificar al hablante lírico
¿El hablante lírico siempre usa la primera persona?
No. Aunque muchas veces se expresa desde un “yo”, el hablante lírico también puede hablar en segunda persona (“tú”), en plural (“nosotros”) o incluso de forma impersonal. Usar la primera persona no significa que el poema sea una confesión directa del autor.
¿Hay poemas sin hablante lírico?
No exactamente. Todo poema tiene una voz que transmite emociones, ideas o sensaciones, incluso si no es evidente a simple vista. Esa voz puede ser neutra, colectiva o impersonal, pero siempre cumple la función de hablante lírico.
¿Qué relación tiene el tono del poema con el hablante lírico?
El tono, es decir, la actitud emocional del poema, ayuda a interpretar quién habla y desde qué lugar. Un tono íntimo puede señalar un “yo” reflexivo; uno irónico, una voz crítica. El tono no define por completo al hablante lírico, pero da pistas sobre su intención y carácter.
¿Es lo mismo el narrador que el hablante lírico?
No. El narrador pertenece a la narrativa (cuentos, novelas) y cuenta hechos. El hablante lírico es la voz poética que expresa emociones o ideas. Ambos son figuras ficticias, pero aparecen en géneros distintos y tienen funciones diferentes.