Gracias por abrir este correo.
Hoy comparto un poema que no elegí al azar.
Enrique Fierro fue mi maestro de poesía. Y si hay alguien a quien debo gran parte de lo que sé sobre el lenguaje y la poesía, es a él.
Este texto no es una elegía. Tampoco un homenaje solemne. Es solo una lectura que arranca con gratitud, se deja llevar por la sorpresa, y llega al centro del juego: ese lugar donde el lenguaje se transforma, se disloca, y nos habla sin pedir permiso.
🎲 sí de color
No me culpéis. Ha sido
la vuelta del otoño.
Rafael Alberti
sí de color
—un libro, el cigarrillo—
para cantar
(la voz de Enrique)caballo lento
de la muertevida—importa poco;
abril se me subleva—
🕯 Lo que me dijo este poema
¿Y qué pasa con este poema?
Pues que no se deja atrapar. Tiene la forma de un apunte, un arranque, algo que se dice a medias. Pero ahí está su fuerza: en la interrupción, en lo que no se explica del todo.
La voz que habla no es estable. Cambia de tono, se asombra, se frena. Hay una cita (No me culpéis. Ha sido/ la vuelta del otoño, de Alberti), y luego hay una voz propia que se abre paso con ritmo entrecortado.
Sí de color / ¡un libro, el cigarrillo!: la frase no es clara, pero es contundente. Como si el lenguaje ya no nombrara cosas, sino que arrojara fragmentos de vida.
El poema se mueve entre lo íntimo y lo vital. Hay exclamaciones, signos, cortes. Hay un caballo lento / de la muertevida: una imagen imposible, y sin embargo precisa. ¿Qué es la muertevida? Quizá esa mezcla de nostalgia, impulso y desorden que se activa cuando abril se subleva. O no.
Y sí, abril puede ser una revolución.
Y sí a veces también basta un poema breve para que algo se desordene por dentro.
💬 Dilo aquí
👉 ¿Qué idea tienes del lenguaje?
¿Es una herramienta?
¿Un juego?
¿Siempre sirve para decir o contar algo… o a veces se usa porque sí?
🔗 Poesía en línea
Aquí les dejo dos enlaces. En este, Fierro lee algunos de sus poemas.
Y en este enlace te pongo un post de Instagram en el que muestro un anagrama que hice a partir de un poema de Fierro. En la segunda diapositiva está la versión original, y en la tercera está el anagrama.
Gracias por leer hasta aquí.
Ojalá que este poema te haya dejado algo en qué pensar, o al menos te haya hecho mirar el lenguaje con otros ojos.
Nos leemos el próximo sábado,
Jorge
Me gusta su exposición críptica y parca, como de un poema que se vislumbra vertiginosamente y luego se pierde en una libreta para siempre en semilla