¿Qué es el neobarroco en la poesía latinoamericana?
Una corriente poética latinoamericana que celebra el exceso, la mezcla de registros y la intensidad del lenguaje.
Cuando hablamos de neobarroco, nos referimos a una corriente poética latinoamericana del siglo XX que retoma el espíritu exuberante del barroco clásico (es decir, el gusto por el exceso, la metáfora y la ornamentación). Pero lo transforma con nuevas mezclas y nuevas voces, en el contexto de América Latina, que ofrecía un terreno fértil para explorar identidades múltiples y contradictorias.
El neobarroco mezcla libremente lo culto y lo popular, lo clásico y lo cotidiano, palabras antiguas y jergas locales, ritmo popular y estructuras complejas. No le tiene miedo al exceso. Al contrario: lo celebra. Los poemas neobarrocos no siempre son fáciles de seguir, pero muchas veces no se trata de entender todo, sino de dejarse llevar por la textura, el ritmo, el sonido.
Esta poesía juega con el lenguaje como si fuera materia viva. Lo estira, lo revuelve, lo adorna. Puede sonar a monólogo teatral, a canto popular o a tratado filosófico, todo al mismo tiempo. En vez de buscar claridad, propone placer, ambigüedad y movimiento constante.
Uno de los nombres clave del neobarroco es el cubano Severo Sarduy, que hizo de la mezcla su marca personal: frutas tropicales con mitos griegos, poesía popular con filosofía francesa. Pero no es el único. Poetas como José Kozer, Néstor Perlongher o Tamara Kamenszain también escribieron desde este estilo que desborda formas fijas y rehúye las explicaciones simples.
Leer poesía neobarroca puede ser como entrar a un jardín espeso: hay que caminar sin prisa, detenerse en las hojas, perderse un poco. El sentido no siempre está al centro. A veces está en el borde, en lo que suena, en lo que se escapa. Estas son algunas de las características de la poesía neobarroca.
Y si te pierdes, no te preocupes: a veces, eso también es parte del viaje.
🧠 Preguntas frecuentes sobre el neobarroco en la poesía
¿El neobarroco es solo una estética de “exceso”?
No se trata solo de adornar, sino de romper estructuras fijas. El exceso es una forma de libertad: mezcla, hibridez, desborde, ruptura de jerarquías entre lo culto y lo popular.
¿En qué se diferencia del barroco clásico?
El barroco europeo celebraba lo complejo en contextos religiosos o cortesanos. El neobarroco latinoamericano lo transforma en herramienta de exploración identitaria y crítica cultural.
¿Por qué es importante en América Latina?
Porque permite hablar desde la mezcla: lenguas, clases, géneros, registros. En una región diversa y tensionada, el neobarroco ofrece una forma poética que no simplifica.
¿Es difícil de leer?
Puede serlo, sí. Pero no hay que entender todo. Se lee también con el oído, con el cuerpo, con la intuición. Como si el lenguaje fuera una selva, no un manual.
¿Quiénes son algunos poetas neobarrocos?
Severo Sarduy, Néstor Perlongher, José Kozer, Coral Bracho, Tamara Kamenszain. Cada uno con su estilo, pero compartiendo una poética del desplazamiento y la mezcla.